Duelo

En algún momento de la vida, cada individuo, debe enfrentarse a la muerte o a la pérdida ya que es de las pocas cosas que no se pueden evitar.

Podemos hablar de:

Pérdidas relacionales: Separaciones y/o divorcios, abandonos, muerte de personas cercanas, rupturas familiares o de amistades, abortos, etc.. La mayoría de duelos se encuentran dentro de esta tipología.

Pérdidas de capacidades, en el caso de amputaciones, discapacidades.

Pérdidas materiales, como perder la casa donde se ha estado viviendo siempre.

Pérdidas evolutivas, por ejemplo cuando llegamos a la jubilación y dejamos de trabajar.

No todas las pérdidas generan un proceso de duelo que precise de tratamiento, pero sí que cualquier pérdida de las referenciadas puede generar un duelo patológico.

 

QUÉ ES EL DUELO

El duelo es la reacción emocional y natural ante la pérdida de un ser u objeto amado, la cual es irreparable e irreversible. El duelo es la expresión de la aflicción y otros sentimientos que se generan a raíz de la desesperanza.

Es un sentimiento de indefensión absoluta, de ruptura, de percepción de una completa falta de control ante un hecho que supone un cambio importante y brutal para la persona y en el que la pérdida vivida o esperada se traduce en una multiplicidad de amenazas en un futuro incierto.

El proceso de duelo puede durar entre seis meses y años, en general, dependiendo de muchos factores que pueden influenciar.

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TIPOS DE DUELO

Duelo anticipado:

Sucede cuando se anticipa la muerte e incluye muchos síntomas y procesos del duelo normal. Permite integrar la realidad de forma gradual, resolver asuntos inacabados con el enfermo, cambiar esquemas sobre la vida y la propia identidad y hacer planes para el futuro.

 

Duelo sin resolver:

En este tipo de duelo suele aparecer hiperactividad sin un sentimiento de pérdida, se pueden desarrollar enfermedades psicosomáticas, puede haber alteraciones en las relaciones familiares y sociales, hostilidad hacia personas conectadas con el difunto, presencia de conducta rígida y formal donde no aparece la emoción, etc.

Tipos de duelos sin resolver:

  • Duelo ausente: Los sentimientos y el proceso de duelo están ausentes, es como si no hubiera pasado nada. Se niega la muerte del paciente o está en un estado de conmoción.
  • Duelo inhibido: Existe una inhibición duradera de las manifestaciones del duelo normal y generalmente siempre va acompañado de la aparición de quejas somáticas, así se intenta evitar el dolor de la pérdida.
  • Duelo retardado: Se retrasa el duelo un tiempo que puede llegar a ser años. Sucede cuando la familia no posee la capacidad de manejar el proceso de duelo en el momento de la muerte. El duelo se desencadena después de producirse otra pérdida o cuando hay algún hecho relacionado con la anterior pérdida.
  • Duelo complicado o distorsionado: Se produce en familias muy dependientes del difunto. Una parte de la pérdida se distorsiona y la otra se suprime.
  • Duelo crónico: El dolor inicial de la pérdida no remite con el paso del tiempo.

 

Duelo no anticipado: 

Como consecuencia de una pérdida repentina, la recuperación suele ser complicada ya que la familia no suele ser capaz de hacerse cargo de las implicaciones que supone la pérdida. Hay desconcierto, ansiedad y depresión.

 

Duelo abreviado: 

Se puede confundir con el duelo sin resolver, pero es una forma breve de duelo normal, donde se sustituye rápidamente el difunto porque el vínculo hacia él era leve.

 

FASES DEL DUELO
  1. Fase de negación, aturdimiento o conmoción:

Cuando hay una negación de la pérdida a diferentes niveles.

 

  1. Fase de añoranza o investigación:

Hay una urgencia de reencontrarse con el fallecido. Aparece la incredulidad, la tensión, el llanto y la tendencia a mantener una imagen visual clara del difunto.

 

  1. Fase de desorganización o desesperanza:

Suelen existir sentimientos depresivos, aversión a tirar hacia adelante sin ver un futuro claro.

 

  1. Fase de reorganización:

Se rompen los lazos con el difunto y se empiezan nuevos vínculos con otras personas. Hay una regresión gradual a antiguos intereses y preferencias.

 

CÓMO TRABAJAMOS EL DUELO

Desde el tratamiento psicológico intervenimos con los pacientes en cualquiera de las etapas del proceso de duelo intentando que la persona transcurra todas las fases de este proceso sin atascarse en ninguna para que el duelo no acabe siendo un duelo patológico y desadaptativo para el sujeto.

Cuando se detecta la necesidad de iniciar un tratamiento debido a que el proceso de duelo está siendo proporcionalmente desmesurado en cuanto a la temporalidad, las reacciones, las emociones.., las tareas que se realizarán para la elaboración del duelo serán las siguientes:

  • Aceptar la realidad de la pérdida.
  • Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida.
  • Adaptarse al medio en el que el difunto está ausente.
  • Recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo.