Enfermedades crónicas

Hay muchos tipos de enfermedades crónicas, desde la diabetes y el SIDA hasta la artritis y el cansancio persistente. Si bien, la ciencia médica ha logrado grandes progresos en el desarrollo de tratamientos eficaces para los efectos físicos de estas enfermedades, muchas víctimas siguen enfrentando un desafío asombroso para su salud mental y emocional.
 
Uno de los mayores temores es la incertidumbre asociada con una enfermedad crónica. La enfermedad puede ser esporádica y durar solo un tiempo breve o puede ser permanente y empeorar gradualmente con el paso del tiempo.
Las enfermedades crónicas pueden forzar muchos cambios de estilo de vida potencialmente estresantes como por ejemplo, dejar de hacer actividades agradables, adaptarse a nuevas limitaciones físicas y necesidades especiales y pagar medicaciones y servicios de tratamiento costosos.
 
 
SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS ASOCIADOS
Con el paso del tiempo, estas tensiones y sentimientos negativos pueden robar la energía emocional necesaria para avanzar en la vida a los pacientes que sufren estas dolencias. La falta de progreso en su recuperación o el empeoramiento de los síntomas pueden desencadenar pensamientos negativos que aumentan los sentimientos de angustia y tristeza, que con frecuencia llevan a la depresión y ansiedad.
 
Es esencial actuar rápidamente para tratar la depresión y la ansiedad. En estudios realizados con pacientes recientemente diagnosticados con diversos tipos de enfermedades crónicas, el mayor riesgo de síntomas depresivos se produjo durante los primeros dos años. Las limitaciones físicas impuestas por las enfermedades cardíacas y otras enfermedades crónicas como, por ejemplo, la artritis y la enfermedad pulmonar son además una causa común de depresión, sobre todo entre las personas de edad avanzada.
 
Debido a que la depresión conduce a menudo a malos hábitos alimenticios, falta de ejercicio e higiene inconsistente, puede inclusive complicar la recuperación de una enfermedad crónica y empeorar su estado físico en general.
 
 
EL TRABAJO DEL PSICÓLOGO
Para trabajar con los síntomas depresivos y ansiosos comunes en pacientes con enfermedades crónicas se unen diversas técnicas basadas en la rama cognitiva conductual, entre ellas, enseñar a sobrellevar los desafíos mentales y emocionales de una enfermedad crónica para hacer un planteamiento realista pero también positivo.
 
El trabajo del psicólogo también incluye el adaptarse a la condición de la enfermedad y desarrollar la fortaleza emocional necesaria para aguantar las dificultades propias de la enfermedad. El profesional de la psicología trabaja en paralelo con el médico y otros especialistas y, no sólo fortalecerá su programa de tratamiento, sino que además contribuirá a su realización en la vida pese a cualquier limitación física.