Un tema que preocupa últimamente es que los jóvenes consultan cada vez más a la inteligencia artificial sobre temas relacionados con la salud mental. Preguntamos a Mar Extremera, psicóloga y directora del Centro de Psicología Extremera Sánchez sobre este asunto y ésta es su respuesta:
No es directamente “peligroso” preguntar temas de salud mental a la IA, pero sí puede tener riesgos importantes para los jóvenes si se convierte en la principal fuente de apoyo o información.
Los principales peligros identificados por expertos y estudios recientes son:
- Desinformación y errores: La IA puede generar respuestas incorrectas o inadecuadas por falta de contexto humano, lo que en salud mental puede ser muy serio.
- Falta de empatía real: Aunque los chatbots pueden simular ser “empáticos”, carecen de la comprensión emocional humana y no sustituyen la capacidad de un profesional.
- Riesgo de dependencia y aislamiento: Hay evidencias de que algunos jóvenes comienzan a usar la IA como confidente y soporte principal. Esto puede aumentar el aislamiento y empeorar su situación.
- Privacidad y seguridad de los datos: Muchas apps y sistemas de IA en salud mental almacenan y a veces comercializan datos sensibles.
- Falsos positivos/negativos: Las IAs pueden equivocar diagnósticos, generando alarmas injustificadas.
- Normalización de conductas de riesgo: Se han documentado casos donde chatbots han dado respuestas que normalizaban comportamientos.
Sin embargo, la IA puede tener beneficios si se usa como complemento y ayuda inicial, siempre que haya supervisión profesional y se reconozcan sus límites. En el Centro de Psicología Extremera Sánchez hacemos las siguientes recomendaciones:
Recomendaciones para jóvenes:
- Utilizar IA solo como herramienta complementaria.
- Buscar ayuda de adultos y profesionales ante dudas graves.
- No compartir datos sensibles con sistemas no confiables.
- Priorizar el contacto humano y el apoyo profesional ante problemas emocionales importantes.
La clave está en la educación digital y la supervisión: enseñar a los jóvenes a distinguir la información útil de la que puede ser peligrosa y fomentar un uso responsable, nunca exclusivo, de la IA en temas de salud mental.