Desde el Centro de Psicología Extremera Sánchez, abordamos en esta ocasión el síndrome del nido vacío. Se define como tal al conjunto de emociones negativas como tristeza, soledad, sensación de vacío y, en algunos casos, ansiedad o depresión, que experimentan especialmente los padres cuando sus hijos se independizan. Puede afectar profundamente la salud mental de quienes lo experimentan.
Principales impactos emocionales:
- Sentimientos de tristeza, melancolía y soledad son los síntomas más comunes.
- Ansiedad y preocupación por el bienestar de los hijos tras su partida, incluso temor a perder el contacto frecuente.
- Pérdida de propósito o identidad, sobre todo en personas cuya vida giraba en torno al cuidado de los hijos.
- Cambios negativos en el sueño y apetito.
- Puede derivar en dependencia emocional, trastornos de ansiedad o depresivos.
Consecuencias sociales:
Las relaciones familiares pueden verse afectadas y puede surgir una difícil transición para redefinir roles dentro de la pareja o retomar intereses personales. El duelo por la partida de los hijos atraviesa etapas de negación, tristeza, ira y finalmente aceptación, similar a otros procesos de pérdida.
Estrategias de afrontamiento:
Mar Extremera, directora del Centro de Psicología Extremera Sánchez, nos orienta sobre cómo superar esta dolorosa etapa. Recomienda:
- Buscar apoyo emocional.
- Fortalecer el círculo social.
- Permitir que este proceso se viva como una oportunidad para el crecimiento personal.
- Mantener contacto saludable con los hijos: Fomentar una comunicación fluida sin ser invasivo, promoviendo el respeto por la independencia de los hijos y facilitando una relación adulta renovada.
- Redescubrir intereses personales: Retomar hobbies, apuntarse a clases o actividades, viajar, practicar ejercicio físico o aprender algo nuevo aportan sentido y disfrute a la nueva etapa.
En definitiva, el síndrome del nido vacío impacta la salud mental principalmente a través de síntomas depresivos, ansiosos y de pérdida de propósito, pero puede afrontarse y superarse con un adecuado acompañamiento psicológico y social.